Después de la controversia y el primer respaldo político al Fondo de Pensiones para el Bienestar, el presidente Andrés Manuel López Obrador, señaló que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) podría considerar la iniciativa como inconstitucional.
Durante su conferencia matutina, afirmó que el tribunal supremo está influenciado por minorías y comparó a los ministros con «empleados de los poderosos», insinuando que podrían tomar cualquier decisión al respecto.
López Obrador defendió el programa, argumentando que no hay base legal para cuestionar su constitucionalidad y que su aprobación estará sujeta a la decisión de la Corte.
«Veremos qué posición adoptan los ministros. De todas formas, tenemos la responsabilidad moral de establecer el Fondo. No quiero ser recordado como alguien que no resolvió esto. Ahora, la aprobación depende del Poder Judicial», señaló.
El presidente también mencionó que el fondo será financiado por el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado y operado por el Banco de México, lo que permitirá a los jubilados recibir el 100 por ciento de su salario.
En relación con este asunto, Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), afirmó que el nuevo fondo mantendrá condiciones similares a las Afores, pero con la distinción importante de que los recursos invertidos serán devueltos, incluso se contempla incluir la subcuenta de vivienda del Infonavit.
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