Un extenso análisis llevado a cabo por 23 instituciones académicas, agencias de Naciones Unidas y 34 investigadores independientes, resaltó las serias implicaciones del cambio climático para la salud de las personas en América Latina.
El informe del Centro Lancet Countdown Latin America en 2023 destacó que países como Chile, Perú, Brasil, Colombia, México y Paraguay presentan las tasas más altas de mortalidad prematura debido a la contaminación atmosférica por partículas suspendidas PM2.5.
Estas partículas, generadas principalmente por el transporte, los hogares, la industria y la agricultura, están exponiendo a millones de personas a niveles peligrosos de contaminación del aire.
Se advirtió que la transición hacia fuentes de energía más limpias y una mayor eficiencia energética no solo ayudaría a mitigar el cambio climático, sino que también ofrecería oportunidades significativas para la salud y el desarrollo económico en la región.
Lamentablemente, el informe señaló un aumento del 5.2% en el uso de carbón para la generación de electricidad en América Latina entre 2011 y 2020, con excepción de Argentina y Colombia que mostraron una ligera disminución.
Este aumento en el uso de carbón ha contribuido a las pérdidas económicas significativas y a la mortalidad prematura en países como Chile, Perú y México.
El informe también destacó el impacto del calor extremo en la región, con un aumento del 140 por ciento en las muertes relacionadas con el calor entre 2013 y 2022 en comparación con 2000-2009.
México, en particular, experimentó un año récord en 2023 con 419 muertes debido a golpes de calor y deshidratación.
Además, se resaltó el aumento en el número de días con riesgo extremadamente alto debido a incendios forestales en varios países, así como el incremento en la transmisión de enfermedades como el dengue y la vibriosis debido a cambios en los patrones de lluvia y temperatura.
El informe concluyó que la producción de alimentos se ve afectada por las sequías y los cambios en los patrones de lluvia, lo que ha contribuido a casi 870 mil muertes asociadas con dietas desequilibradas en la región en 2020.
Se destacó la importancia de adoptar dietas basadas en plantas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la salud general de la población.
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