El 2 de mayo conmemoramos el Día Mundial del Atún, una fecha instaurada por las Naciones Unidas en 2016 para concienciar sobre la importancia de preservar esta especie, que enfrenta la amenaza de la sobrepesca debido a su valor tanto nutritivo como económico.
El atún desempeña un papel crucial en la alimentación, la economía y la cultura de numerosos países. Con el 20% del valor total de la pesca marítima y más del 8% de todos los productos del mar comercializados a nivel mundial, su preservación es fundamental para nuestra subsistencia.
La FAO ha llamado la atención sobre la necesidad de una gestión más efectiva para restaurar las poblaciones de atún, destacando el crecimiento de las capturas registradas y la presión continua sobre las flotas pesqueras.
Biológicamente, el atún es una especie extraordinaria, capaz de alcanzar velocidades impresionantes y realizar migraciones de hasta 50 km diarios.
Sin embargo, sufre los impactos de la sobrepesca y requiere protección a nivel internacional, en línea con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
Celebrar el Día Mundial del Atún implica crear conciencia sobre la explotación sostenible de esta especie.
Debemos asumir la responsabilidad de proteger su supervivencia, dado su importante papel en nuestra alimentación, y recordar que la preservación del atún es crucial para el equilibrio de los ecosistemas marinos.