El 3 de mayo se conmemora una doble celebración, marcada por el Día de la Santa Cruz y el reconocimiento a los albañiles. Ambas festividades están interconectadas, comenzando por la explicación del significado más arraigado en la religión católica.
Según la tradición, en el siglo IV, el emperador Constantino, aún pagano, recibió en un sueño el consejo de emplear la cruz como su arma principal en una importante batalla.
Posteriormente, su madre, Santa Elena, emprendió la búsqueda de la Santa Cruz en Jerusalén, donde Cristo fue crucificado.
Después de excavaciones que llevaron al descubrimiento de tres cruces, se determinó cuál era la auténtica mediante un milagro: una mujer enferma recuperó su salud al tocar la tercera cruz.
Desde entonces, el 3 de mayo se celebra el Día de la Santa Cruz en varios países, incluyendo México, España, Argentina, Colombia y Perú, entre otros.
¿Por qué se homenajea a los albañiles también este día?
La relación con los albañiles se relaciona con la cruz que colocan al iniciar un proyecto de construcción.
Esta cruz se considera un símbolo de protección para los trabajadores, asegurando que el trabajo se realice sin contratiempos.
En reconocimiento a la labor crucial que desempeñan, los trabajadores de la construcción se unen a esta celebración, siendo agasajados con una comida sufragada por el empleador en turno.