Este 24 de agosto Ucrania celebra el 34 aniversario de su proclamación de independencia de la Unión Soviética, ocurrida en 1991, en un contexto marcado por la falta de expectativas de que el conflicto con Rusia llegue a su fin en el corto plazo.
En la línea del frente, al este del país, los militares ucranianos consideran inútiles los esfuerzos de paz impulsados por el presidente estadounidense Donald Trump.
“La guerra seguirá mientras Rusia continúe siendo lo que es”, asegura Vitali, un combatiente de 45 años que por protocolo militar evita dar su nombre completo. “Estos bárbaros no pararán hasta ser frenados por la fuerza. Es lo único que entienden”, declaró a AFP.
Sus palabras llegan después de que el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, se reuniera con Trump y aliados europeos para plantear una posible cumbre con el presidente ruso Vladímir Putin, con la intención de frenar la invasión.
Mientras tanto, Zelenski encabezó la ceremonia por el Día de la Bandera de Ucrania, rindiendo homenaje a los soldados. “Esta bandera encarna lo más valioso para cientos de miles de nuestros guerreros que arriesgan su vida para defender el derecho a existir de nuestra nación”, compartió en la red X.
El panorama en el frente sigue siendo desfavorable: con menos tropas y armamento limitado, las fuerzas ucranianas pierden terreno. Ayer, Rusia anunció la captura de dos localidades en Donetsk: Sredneye y Kleban-Byk.
La separación de Ucrania de la Unión Soviética se formalizó el 24 de agosto de 1991 y fue ratificada meses después, el 1 de diciembre, a través de un referéndum que dio origen a un estado democrático.