La administración entrante del presidente Donald Trump tiene planeado iniciar una redada masiva en la frontera con México, específicamente en el condado de San Diego, cercano a Tijuana, Baja California, según informó Bloomberg.
Bajo el nombre de Operación Salvaguarda, esta iniciativa involucrará a oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), así como a agentes de otras instituciones invitadas por el nuevo gobierno.
Preocupación por capacidad de respuesta
José María «Chema» García Luna, director del albergue Juventud 2000 en Tijuana, declaró al medio Excélsior que las organizaciones civiles y refugios locales no cuentan con los recursos ni la infraestructura para manejar deportaciones masivas. Actualmente, los albergues ya están saturados con familias y personas en tránsito hacia Estados Unidos.
«Si ahora tenemos el albergue lleno, no podremos asistir a los migrantes deportados, especialmente en caso de deportaciones masivas», señaló García Luna.
Objetivos y estrategias de las redadas
La administración entrante ha manifestado que estas redadas buscan deportar al mayor número de personas sin autorización en el país, además de generar un ambiente de temor entre las comunidades indocumentadas. Para ello, se prevé realizar operativos llamativos en lugares frecuentados por migrantes, como fábricas.
Hasta el momento, las redadas se habían restringido en sitios sensibles como iglesias, hospitales y tribunales. Sin embargo, estas limitaciones serán eliminadas por la nueva administración.
Cambios drásticos en políticas migratorias
En su primer día en el cargo, Donald Trump planea firmar alrededor de 100 órdenes ejecutivas que transformarán la política migratoria. Entre las medidas destacan:
- Reactivación del Título 42, que prohíbe solicitar asilo al cruzar la frontera.
- Devolución inmediata de los migrantes a México sin procesar sus solicitudes de refugio.
- Cancelación del derecho al asilo mediante otra orden ejecutiva.
- Construcción de nuevos centros de detención en estados fronterizos y reactivación de la construcción del muro.
- Aceleración de deportaciones masivas, comenzando con quienes están en prisión o en libertad condicional.
El Departamento de Seguridad Nacional informó que alrededor de un millón de personas viven actualmente en Estados Unidos con Estatus de Protección Temporal (TPS), principalmente provenientes de El Salvador, Honduras y Haití.
Impacto en familias
Tom Homan, encargado de las deportaciones, indicó que migrantes en libertad condicional son fácilmente ubicables, ya que muchos llevan grilletes electrónicos. Además, sugirió que las familias con hijos o cónyuges estadounidenses consideren autodeportarse para evitar separaciones familiares.
Por su parte, Stephen Miller, principal asesor de políticas migratorias de Trump, afirmó que se espera deportar al menos a un millón de personas durante el primer año de gobierno.