
El presidente estadounidense, Donald Trump, minimizó el viernes el anuncio del presidente francés Emmanuel Macron de reconocer un Estado palestino durante la Asamblea General de la ONU en septiembre.
“Lo que diga no tiene relevancia”, declaró Trump a los medios desde la Casa Blanca antes de partir rumbo a Escocia. “Es una buena persona, me cae bien, pero esa declaración carece de importancia”.
Francia planea reconocer al Estado palestino con la intención de impulsar la paz en Medio Oriente, lo que ha generado fuertes reacciones por parte de Israel y Estados Unidos. Macron dio a conocer la decisión mediante la red social X, donde compartió una carta dirigida al líder de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en la que confirmaba el compromiso francés con el reconocimiento y su intención de motivar a otros países a hacer lo mismo.
“En apego a nuestro compromiso histórico con una paz justa y duradera en la región, he decidido que Francia reconozca al Estado de Palestina”, escribió Macron. “Haré este anuncio formalmente durante la próxima Asamblea General de la ONU”.
En este sentido, Israel manifestó su rechazo a la postura francesa. Francia, que alberga las mayores comunidades judía y musulmana de Europa, sería la primera gran nación occidental en dar este paso, lo que podría alentar a otras, especialmente aquellas tradicionalmente críticas de Israel.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, se sumó a las críticas y aseguró que su país rechaza categóricamente la iniciativa de Macron. A través de una publicación en X, escribió:
“Esta decisión irresponsable solo alimenta la propaganda de Hamás y daña cualquier posibilidad de paz. Es una ofensa para las víctimas del 7 de octubre”.
Mientras tanto, el primer ministro canadiense, Mark Carney, urgió a Israel a comprometerse con el proceso de paz, al tiempo que condenó su “incapacidad para evitar el rápido deterioro humanitario en Gaza”. Reiteró su respaldo a una solución de dos Estados y acusó a Israel de bloquear ayuda humanitaria financiada por Canadá, lo cual consideró una violación al derecho internacional.