
De acuerdo con diversos medios estadounidenses, Donald Trump planea ordenar cambios significativos en la nomenclatura geográfica durante sus primeras horas como 47º presidente de los Estados Unidos, tal como lo anticipó en declaraciones recientes.
Según el New York Post, el Golfo de México será renombrado como «Golfo de América», mientras que el Monte Denali, la cumbre más alta de América del Norte, volverá a llamarse Monte McKinley, un nombre utilizado oficialmente por el gobierno estadounidense hasta 2015, cuando fue cambiado por el presidente Barack Obama para honrar al pueblo nativo de Alaska.
Estas modificaciones forman parte de un esfuerzo por «resaltar la grandeza estadounidense», reflejando el interés de Trump en reforzar la identidad nacional y recuperar elementos históricos del país. Sin embargo, estas decisiones han generado controversia, especialmente entre las comunidades nativas de Alaska, quienes consideran que el nombre Denali tiene un profundo significado cultural y espiritual.
Las órdenes ejecutivas instruirán al secretario del Interior a actualizar los nombres en las comunicaciones oficiales y los mapas federales, aunque aún no está claro si su uso será obligatorio en escuelas o fuera de entornos federales.
El Monte McKinley recibió su nombre oficial en 1917 en homenaje a William McKinley, un presidente republicano cuya política arancelaria e iniciativas territoriales han sido una fuente de inspiración para Trump.
Por otro lado, el renombramiento del Golfo de México fue mencionado previamente por Trump durante una conferencia de prensa en Mar-a-Lago, señalando que «Golfo de América» tiene un «hermoso sonido».
Se espera que Trump, de 78 años, firme estas órdenes ejecutivas en la Sala Presidencial del Capitolio tras su juramento como presidente, o posiblemente más tarde en la Casa Blanca después del desfile inaugural.