
El gobierno del presidente Donald Trump tomó la decisión de revocar el permiso de Harvard para admitir estudiantes internacionales, anulando de inmediato un programa de intercambio y exigiendo la baja de todos los alumnos extranjeros matriculados desde 2020. De no cumplir con esta medida, perderán su estatus legal en el país.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), la decisión implica que Harvard ya no podrá recibir estudiantes extranjeros, y los que actualmente estudian allí deberán abandonar la universidad o enfrentar consecuencias legales. Esta política impacta a unos 6,800 estudiantes internacionales, que representan 27.2% de la comunidad estudiantil de Harvard y provienen de 140 países distintos.
En una carta enviada al rector interino Alan Garber, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, informó la suspensión de la certificación del Sistema de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVIS), el cual permite a los alumnos extranjeros cursar estudios en Estados Unidos. Esta decisión también contempla la revisión de los expedientes disciplinarios de los estudiantes internacionales de los últimos cinco años.
“Harvard tuvo múltiples oportunidades para cumplir con la ley, pero no lo hizo. La pérdida de su certificación debe servir como advertencia para todas las universidades del país”, publicó Noem en su cuenta en X. Además, acusó a la institución de promover la violencia, el antisemitismo y de mantener vínculos con el Partido Comunista Chino.
Ante esta medida, Harvard manifestó su compromiso de proteger a sus estudiantes internacionales. “Nos esforzaremos por seguir acogiendo a los alumnos y académicos de todo el mundo, quienes enriquecen profundamente a nuestra universidad y a esta nación”, declaró la institución.