
Recientemente, un tribunal de apelaciones estadounidense rechazó la reclamación de Donald Trump de ser inmune a un juicio por conspiración electoral.
Los jueces permitieron que fuera procesado tanto por acciones durante su presidencia como por aquellas anteriores al asalto al Capitolio en enero de 2021.
Este veredicto, el segundo en pocos meses, contradice los argumentos de inmunidad de Trump, abriendo la posibilidad de un juicio en marzo.
La fecha del juicio, aún pendiente de determinar, podría tener repercusiones políticas, ya que Trump busca posponerla hasta después de las elecciones de noviembre, con la esperanza de influir en el proceso legal en caso de ganar en las primarias republicanas y las elecciones generales.
El tribunal de apelaciones tomó esta decisión después de que la Corte Suprema, el mes pasado, optó por mantenerse al margen temporalmente.
La cuestión central gira en torno a si los expresidentes pueden enfrentar procesos judiciales por acciones relacionadas con sus deberes oficiales.
Mientras Trump sostiene su inmunidad, los fiscales argumentan que no existe tal protección constitucional, dado que sus acciones no estaban vinculadas a sus deberes oficiales.
Este caso en Washington es solo uno de los cuatro procesos penales que enfrenta Trump, quien niega cualquier conducta indebida, incluyendo los cargos federales en Florida y las acusaciones en tribunales estatales de Georgia y Nueva York.