
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó la disputa comercial con China al incrementar al 125% los aranceles sobre todos los productos provenientes del país asiático. Esta medida fue una respuesta a la reciente decisión de Pekín de aplicar un 84% de tarifas a las mercancías estadounidenses.
“Debido a la falta de consideración de China hacia los mercados internacionales, he decidido aumentar inmediatamente los aranceles impuestos por Estados Unidos a China al 125%. Espero que pronto comprendan que ya no es aceptable ni sostenible seguir engañando a nuestro país y a otros”, expresó Trump a través de su red social, Truth Social.
En otro comunicado, Trump señaló que suspenderá por 90 días los aranceles recíprocos que había anunciado el pasado 2 de abril, luego de que más de 75 países se comunicaran con su administración para entablar negociaciones. La medida entra en vigor de manera inmediata.
“Dado que más de 75 naciones han contactado a funcionarios estadounidenses —entre ellos representantes del Departamento de Comercio, del Tesoro y de la Oficina del Representante de Comercio— con la intención de dialogar sobre temas como comercio, barreras arancelarias, manipulación de divisas y otros obstáculos no monetarios, y considerando que estas naciones no han tomado represalias contra Estados Unidos, he autorizado una suspensión temporal de 90 días”, explicó en su red social.
El giro repentino de Trump ocurrió menos de un día después de que se implementaran nuevos y más altos aranceles sobre las importaciones de múltiples socios comerciales. Estas restricciones han causado una fuerte reacción en los mercados financieros, elevando el riesgo de una recesión y desatando medidas de represalia por parte de China y la Unión Europea.
Tras el anuncio, los principales índices bursátiles de Estados Unidos registraron un alza significativa, mientras que el rendimiento de los bonos del Tesoro disminuyó desde sus niveles más altos.