El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha optado por reducir su papel como mediador en la disputa entre Rusia y Ucrania, de acuerdo con fuentes de su gobierno citadas por The Guardian. En lugar de impulsar de inmediato una cumbre trilateral, el mandatario prefiere que primero se concrete un encuentro directo entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenski sin su intervención.
Desde la Casa Blanca califican esta postura como una estrategia de “espera activa”. Trump habría señalado a sus asesores que solo considerará encabezar un diálogo tripartito si antes se lleva a cabo la reunión bilateral, en la cual no tendría participación. En una entrevista telefónica con el conductor Mark Levin, comentó: “Solo quiero ver qué ocurre en esa reunión. Están organizándola y esperaremos el resultado”.
En reuniones recientes en Washington, Trump mantuvo una llamada de unos 40 minutos con Putin, donde acordaron designar negociadores de alto nivel para facilitar un diálogo directo entre Moscú y Kiev. Sin embargo, aún no existen avances concretos: no se ha definido la sede del encuentro ni hay certeza de que vaya a realizarse.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, condicionó cualquier reunión a la resolución previa de asuntos fundamentales y puso en duda la legitimidad de Zelenski, cuyo mandato terminó en mayo de 2024 sin que se celebraran elecciones. También cuestionó los planes occidentales de ofrecer garantías de seguridad a Ucrania sin la inclusión de Rusia, proponiendo retomar una iniciativa de 2022 que situaba esas garantías bajo el amparo de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Rusia, China, Estados Unidos, Francia y Reino Unido).
Aunque allegados a Trump aseguraron que Putin habría aceptado un esquema de seguridad semejante al Artículo 5 de la OTAN, el Kremlin muestra cada vez más reservas.
Moscú exige tener un rol central o incluso capacidad de veto en cualquier acuerdo de seguridad. En este contexto, Zelenski reiteró la urgencia de obtener garantías que impidan a Rusia reanudar hostilidades tras un eventual pacto. Trump manifestó su disposición a respaldar esas garantías con apoyo estadounidense en materia de inteligencia o cobertura aérea, pero descartó el envío de tropas al territorio ucraniano.