
La noche del domingo, un sismo de magnitud 6.0 impactó varias comunidades en la provincia de Kunar, cerca de Jalalabad, en Nangarhar, en Afganistán, ocasionando severos daños.
El Servicio Geológico de Estados Unidos informó que el movimiento ocurrió a las 11:47 p.m., con epicentro a 27 kilómetros al este-noreste de Jalalabad y a tan solo ocho kilómetros de profundidad, lo que incrementó la intensidad de los daños. Minutos después se registraron varias réplicas.
Las imágenes captadas muestran a rescatistas trasladando heridos en camillas desde estructuras colapsadas hacia helicópteros, mientras pobladores removían escombros con las manos. La mayoría de las víctimas se concentran en Kunar, de acuerdo con el vocero talibán Zabihullah Mujahid.
En esa región, la mayoría de viviendas son de construcción frágil, hechas con barro, madera o ladrillo, lo que las hizo más vulnerables. Un habitante del distrito de Nurgal relató que prácticamente toda su aldea se vino abajo: “Niños, ancianos y jóvenes quedaron bajo los escombros. Necesitamos ayuda, no hay suficientes manos para rescatar a los cuerpos atrapados”, suplicó.
El portavoz del Ministerio de Salud, Sharafat Zaman, señaló que equipos médicos provenientes de Kunar, Nangarhar y Kabul ya trabajan en la zona, aunque advirtió que las cifras de víctimas podrían aumentar conforme lleguen más reportes de áreas incomunicadas.
El gobierno talibán aseguró que destinará todos los recursos disponibles para salvar vidas.
Jalalabad, una ciudad con cerca de 300 mil habitantes y un importante centro comercial y agrícola por su cercanía con Pakistán, también sintió el impacto.