
La Dirección General de Epidemiología ha confirmado un incremento en los casos de tos ferina en México, registrando un total de 288 contagios hasta el 10 de marzo.
Tras la emisión de una alerta epidemiológica el 1 de marzo debido al aumento de esta enfermedad, la Secretaría de Salud instó a las autoridades sanitarias estatales a reforzar la vigilancia, especialmente en bebés menores de un año hospitalizados, ya que constituyen la población más vulnerable.
“El crecimiento en los casos de tos ferina en México hace necesario fortalecer la vigilancia epidemiológica para reducir el impacto de la enfermedad y evaluar la efectividad de la estrategia de vacunación en el país”, señala el informe.
Según el Boletín del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, la Ciudad de México encabeza la lista con 46 casos confirmados hasta la novena semana del año.
Otras entidades con un número significativo de casos son:
-Nuevo León: 34 casos
-Chihuahua: 24 casos
-Estado de México: 23 casos
-Jalisco: 23 casos
-Aguascalientes: 21 casos
Entre el 23 de febrero y el 1 de marzo, el Estado de México reportó el mayor número de nuevos contagios con 15 casos, seguido de la Ciudad de México con 9, Coahuila con 8, Jalisco con 8, Zacatecas con 6 y Veracruz con 5, según datos de la Secretaría de Salud.
Síntomas de la tos ferina
La tos ferina es una infección respiratoria aguda que se transmite a través de gotas de saliva. De acuerdo con la Secretaría de Salud, los síntomas pueden manifestarse entre cinco y diez días después del contagio y se asemejan a los de un resfriado común.
En sus primeras etapas, la enfermedad provoca secreción nasal, fiebre y tos intensa. A medida que avanza, la tos se vuelve más fuerte y puede causar dificultad para respirar después de los ataques, acompañados de un silbido característico. Estos episodios ocurren con mayor frecuencia durante la noche, dificultando actividades como comer o beber, y pueden extenderse hasta por diez semanas.