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La semana de sensibilización sobre el consumo de sodio en 2024 destaca la urgencia de reducir la ingesta de sodio en la población mexicana para prevenir enfermedades cardiovasculares, que podrían evitar hasta 27 mil 700 muertes al año si se siguieran las recomendaciones de la OMS.
De acuerdo con organismos internacionales y la Alianza por la Salud Alimentaria, México consume aproximadamente el doble del sodio recomendado por la OMS, siendo los productos procesados y ultraprocesados responsables de cerca del 45% de este consumo.
El alto consumo de sodio está estrechamente vinculado con problemas de salud como la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.
Jorge Vargas, investigador de El Poder del Consumidor, enfatiza la necesidad de acciones específicas, como una reformulación obligatoria de los productos alimenticios, alineada con las metas de la OPS, para reducir el consumo de sodio.
La reducción del consumo de sodio a nivel poblacional se destaca como una estrategia económica y efectiva para reducir la morbi-mortalidad relacionada con enfermedades cardiovasculares.
Ismael Campos, del Instituto Nacional de Salud Pública, advierte sobre los riesgos del consumo excesivo de sal, que incluyen hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares.
Resultados preliminares de un estudio sugieren que la implementación de una reformulación en productos ultraprocesados podría evitar un número significativo de muertes cardiovasculares y generar ahorros económicos considerables para el sistema de salud.
Se destaca la importancia del etiquetado frontal de advertencia en los productos alimenticios para concienciar sobre el exceso de sodio.
Se insta a implementar acciones como la reformulación obligatoria de productos, campañas de comunicación, estrategias de mercadeo social y leyes para mejorar los entornos alimentarios y reducir el consumo de sal en la población mexicana.