Dormir bien es esencial para prevenir enfermedades que resultan costosas tanto para el gobierno como para la sociedad, señalaron expertos del Centro Neurológico y de Sueño.
La doctora Yoaly Arana Lechuga, especialista en sueño y microbiota humana, explicó que la falta de sueño continuo en adolescentes provoca problemas como la disminución de la atención, la concentración y la memoria, además de afectar el estado de ánimo.
Destacó que estos problemas se pueden evitar con una adecuada higiene del sueño, que incluye apagar los dispositivos electrónicos al menos una hora antes de dormir, descansar en un entorno sin luz y cómodo, usando ropa apropiada, y durmiendo entre nueve y diez horas.
El neurólogo Óscar Sánchez Escandón subrayó que, con el envejecimiento de la población, los trastornos del sueño son comunes en los adultos mayores, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer. Recalcó que es vital identificar y tratar los trastornos del sueño en la edad media para reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes y la hipertensión en la vejez.
Por su parte, la doctora Guadalupe Terán Pérez resaltó la necesidad de establecer jornadas laborales que respeten el derecho al descanso de los trabajadores. Señaló que es crucial prestar atención a quienes laboran en turnos rotativos o nocturnos, ya que no descansar adecuadamente los pone en riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, obesidad, cáncer y depresión.
Finalmente, el doctor Roberto Mercadillo, especialista en Neurociencias, enfatizó que no basta con divulgar estrategias para mejorar el sueño, sino que también se deben crear las condiciones económicas y sociales para que cualquier persona pueda ejercer su derecho a descansar.

Los expertos coincidieron en la urgencia de implementar políticas públicas que garanticen el acceso universal a un sueño de calidad. Además, en un taller reciente dirigido a medios de comunicación, el doctor Mercadillo cerró con una sesión de meditación guiada, técnica que ha sido utilizada en periodistas con estrés postraumático relacionado con su trabajo.