
El 8 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario, destinado a aumentar la conciencia sobre esta enfermedad, que afecta a más de 250.000 mujeres anualmente en todo el mundo y se ubica como el séptimo cáncer más común.
La iniciativa busca promover la sensibilización y la detección temprana de esta afección para mejorar las posibilidades de tratamiento.
Este día fue establecido en 2013 por líderes de organizaciones dedicadas al cáncer de ovario. Esta enfermedad implica el crecimiento maligno de células en los ovarios y, por lo general, no presenta síntomas hasta etapas avanzadas.
Los signos iniciales suelen confundirse con problemas digestivos o intestinales, por lo que es crucial estar atento a señales como dolor abdominal, hinchazón, cambios en los hábitos intestinales, entre otros.
Factores de riesgo incluyen antecedentes familiares, edad avanzada, menopausia tardía y ciertos tratamientos hormonales. Se recomienda realizar controles ginecológicos regularmente para detectar la enfermedad en sus primeras etapas.
El cáncer de ovario tiene una alta tasa de diagnóstico tardío y una mortalidad considerable, superando incluso a otros tipos de cáncer femenino.
La celebración de este día involucra la colaboración de aproximadamente 200 organizaciones a nivel global, con campañas como «No Woman Left Behind» para promover la solidaridad y la conciencia sobre esta enfermedad.
Se llevan a cabo diversas actividades educativas y de divulgación para informar sobre la prevención y detección temprana del cáncer de ovario.