
El primer debate entre los candidatos presidenciales estuvo caracterizado por los ataques que se lanzaron los tres aspirantes.
Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez se enfrentaron en un total de 32 acusaciones, reproches y menciones de sus historias pasadas, mientras que Jorge Álvarez Máynez marcó la pauta al señalar, diez minutos después de iniciado el encuentro, que durante el mandato de Sheinbaum en la CDMX aumentó el número de personas sin servicios de salud.
Además, criticó a Gálvez por adoptar la propuesta de Peña Nieto sobre los vales para medicamentos.
El debate, que duró una hora y cincuenta minutos, también se destacó por las quejas de Sheinbaum y Máynez sobre el reloj que marcaba la duración de las intervenciones, ya que en varias ocasiones expresaron desconocimiento sobre el tiempo restante para hablar.
Se produjeron varios ataques personales durante el debate, como el de Gálvez contra Sheinbaum por los incidentes en el colegio Rébsamen y la Línea 12 del Metro, mientras que Sheinbaum acusó a Gálvez de mentir sobre la donación de un departamento y de beneficiarse del Cártel Inmobiliario.
En cuanto a las propuestas, Sheinbaum mencionó su intención de impulsar la digitalización en la administración pública para combatir la corrupción, así como dar continuidad a las políticas sociales del gobierno actual.
Máynez propuso duplicar el número de becas universitarias, reemplazar las estaciones migratorias con refugios que brinden vivienda y alimentación, y establecer un sistema de salud universal.
Gálvez prometió mantener los programas sociales, establecer una pensión para adultos mayores a partir de los 60 años y crear la tarjeta Mi Salud para garantizar atención médica y medicamentos en hospitales públicos y privados, así como el retorno de las estancias infantiles y la expansión de su servicio con guarderías de tiempo completo.
En resumen, el debate estuvo marcado por los ataques entre los candidatos, así como por la presentación de propuestas y las controversias sobre temas diversos.