
A medida que nos aproximamos al Año Nuevo de 2024, el mundo se dispone a celebrar de manera única, con rituales y costumbres que reflejan la riqueza de la diversidad cultural. Desde elecciones específicas de alimentos y vestimenta hasta prácticas inusuales, cada país exhibe su manera distintiva de dar la bienvenida al nuevo año.
En México, la tradición de usar ropa interior amarilla para atraer la prosperidad y la roja para encontrar el amor destaca entre las costumbres.
En Japón, los templos resonarán con campanas 108 veces como parte de un ritual destinado a purificar los deseos para el nuevo año.
En Rusia, el inicio del año nuevo se marca simbólicamente con la quema de deseos escritos en papel, seguida de esparcir las cenizas en champán.
En la antigua Babilonia, que hoy es Irak, las festividades de fin de año se extendían durante 11 días en marzo, coincidiendo con el equinoccio de primavera.
En Puerto Rico, arrojar agua por las ventanas en la noche del 31 de diciembre es una arraigada práctica destinada a eliminar las energías negativas del año saliente.
Dinamarca opta por una forma peculiar de despedir el año, rompiendo vajillas en el suelo con la creencia de que cuantas más se rompan, más amistades llegarán.
En Francia, la medianoche es el momento para que las parejas se besen bajo el muérdago, simbolizando la consolidación de su amor para el próximo año.
La República de Kiribati lidera el inicio del año como el primer país en recibir el Año Nuevo debido a su ubicación en el primer huso horario.
La tradición española de comer 12 uvas a medianoche tiene sus raíces en Madrid, donde inicialmente era una burla dirigida hacia los aristócratas.
La historia del Año Nuevo, que solía comenzar en primavera en la República romana, fue modificada por Julio César con la introducción del calendario juliano, y hoy en día sigue siendo parte del calendario gregoriano que utilizamos.
¡FELIZ AÑO 2024!