En una operación planificada con precisión, un grupo armado ejecutó en apenas siete minutos un audaz robo en el Museo del Louvre de París, llevándose ocho joyas imperiales de valor patrimonial incalculable. Entre las piezas sustraídas se encontraba la corona de la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, una joya emblemática de la orfebrería francesa del siglo XIX.
Las autoridades francesas calificaron el asalto como “rápido, brutal y meticuloso”, un golpe que ha conmocionado al mundo cultural y encendido las alarmas sobre la seguridad en los principales museos europeos.
La cadena BFMTV difundió en exclusiva un video que muestra el momento en que uno de los presuntos asaltantes, disfrazado de trabajador, extrae con sumo cuidado las joyas de una vitrina de alta seguridad en la Galería de Apolo, sin romper el cristal. El breve clip, grabado con un teléfono celular, se viralizó rápidamente y forma parte de las investigaciones de la Fiscalía de París, que indaga si fue captado por un cómplice o por un visitante antes de que las alarmas se activaran.
Mientras tanto, la fiscal de París, Laure Beccuau, informó que el robo fue cometido por un comando de cuatro personas, con una logística comparable a una operación militar. Los asaltantes, encapuchados y con herramientas especializadas, ingresaron al museo por una fachada lateral utilizando un brazo articulado montado en un camión.
El asalto ocurrió entre las 09:30 y las 09:40 horas locales, justo después de la apertura al público. Tras romper las vitrinas blindadas, los delincuentes huyeron en motocicletas de alta cilindrada. Las autoridades no descartan que exista una red organizada detrás del operativo.
Entre las piezas sustraídas destacan:
-El collar de zafiros de las reinas María Amelia y Hortensia, con 631 diamantes y ocho zafiros.
-El conjunto de esmeraldas de María Luisa, con 38 esmeraldas y más de mil diamantes montados en oro y plata.
-La diadema de la emperatriz Eugenia, adornada con cerca de 2,000 diamantes.
-El broche de rocalla de Eugenia, datado en 1855 y atribuido al joyero Alfred Bapst.
-La tiara de perlas de la emperatriz y el Gran Lazo del Corpiño, ambos ejemplos de la alta joyería parisina del siglo XIX.
Estas joyas no solo poseen un valor económico extraordinario, sino también histórico y cultural, al representar el esplendor de la monarquía francesa.
Cabe señalar que durante la fuga, los ladrones perdieron la corona de la emperatriz Eugenia, compuesta por 1,354 diamantes y 56 esmeraldas. El Ministerio de Cultura confirmó su hallazgo cerca del museo y actualmente se evalúa su estado de conservación. Su recuperación parcial evita una pérdida simbólica aún mayor para el patrimonio francés.
El robo ocurrió en la Galería de Apolo,activó las alarmas de inmediato, sin embargo, los delincuentes lograron escapar por el centro histórico de París.
Por su parte, el presidente Emmanuel Macron condenó el ataque en la red X y aseguró: “Recuperaremos las obras y los autores serán llevados ante la justicia”.
Tras el suceso, el gobierno francés activó una alerta nacional de patrimonio y ordenó reforzar las medidas de seguridad en todos los museos y monumentos históricos del país.
Asimismo, la Interpol fue alertada ante la sospecha de que las joyas podrían ser sacadas de Francia o modificadas para su comercialización en el mercado negro.


