
El ataque de las tropas israelíes contra un hospital en la ciudad de Gaza y en la que han fallecido, al menos 500 personas, todas ellas desplazadas que se refugiaban en el nosocomio, fue condenado por la comunidad mundial.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, condenó el mortal ataque y pidió la “protección inmediata de los civiles” y la “revocación de las órdenes de evacuación” de Israel.
Por su parte, Justin Trueau, primer ministro de Canadá, dijo que las noticias que llegan de Gaza son devastadoras; «Es horrible, inaceptable».
Egipto y Turquía, allegados al gobierno palestino, condenaron el ataque. Egipto denunció «en términos más enérgicos» el ataque aéreo israelí, diciendo que la comunidad internacional debe intervenir urgentemente para detener tales violaciones.
Arabia Saudita calificó como “un crimen atroz”, el ataque israelí contra el Hospital Bautista Al-Ahli en Gaza.
El mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, señaló que dicho ataque fue “el último ejemplo de los ataques de Israel desprovistos de los valores humanos más básicos”.
Ziad Shehadah, médico y residente de Gaza, dijo al medio qatarí Al Jazeera que el hospital era uno de los pocos lugares seguros en Gaza antes del bombardeo de Israel.
“Lo que pasó es terrible porque esas personas, todas ellas, son civiles. Huyeron de sus hogares y llegaron a un lugar que creían seguro: un hospital, que según el derecho internacional es un lugar seguro. “La gente abandonó sus hogares pensando que eran más peligrosos y se trasladaron a nuestras escuelas y hospitales para estar seguros. Y en un minuto, todos han sido asesinados en un hospital. “El número de muertos en este momento es de más de 500, pero creemos que esa cifra llegará a más de mil. Es una masacre”, condenó.
Por el ataque el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abás, declaró tres días de luto.
Las autoridades sanitarias de Gaza dicen que al menos tres mil personas han muerto en los intensos bombardeos israelíes que duran 11 días desde que militantes de Hamas irrumpieron en ciudades israelíes el 6 de octubre, matando a más de mil 300 soldados y civiles.