
Este jueves, Polonia solicitó una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, programada para el viernes en Nueva York, y al mismo tiempo anunció el fortalecimiento de sus capacidades defensivas tras la entrada de drones rusos en su territorio.
El ministro de Defensa, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, informó que los drones abatidos procedían de distintas regiones rusas, incluidas Briansk, Kursk, Orel, Krasnodar y Crimea. Detalló que varios países europeos reaccionaron con rapidez: Alemania duplicará sus cazas desplegados en Polonia; Países Bajos adelantará el envío de dos baterías Patriot junto con 300 militares y sistemas antiaéreos de corto alcance; mientras que República Checa aportará helicópteros Mi-17 y Francia y Reino Unido enviarán aviones Rafale y Eurofighter.
Varsovia denunció que 19 drones violaron su espacio aéreo el miércoles, aunque no dejaron víctimas. Tres de ellos fueron neutralizados por la acción conjunta del ejército polaco y tropas de la OTAN. El canciller Radoslaw Sikorski calificó el hecho como un “ataque sin precedentes contra un miembro de la Unión Europea, de la OTAN y de la ONU”, descartando que se trate de un incidente menor.
El Consejo de Seguridad de la ONU, bajo la presidencia de Corea del Sur, se reunirá el viernes a las 15:00 horas en Nueva York. Allí se enfrentarán los aliados de Polonia y Ucrania —Estados Unidos, Francia y Reino Unido— con Rusia y China, que han mantenido posturas contrarias respecto a la guerra. Moscú, por su parte, rechaza haber tenido intenciones hostiles y sostiene que Varsovia no puede demostrar el origen ruso de los drones.
La situación llevó al presidente Karol Nawrocki a convocar al Consejo de Seguridad Nacional con la participación de gobierno, legisladores y representantes de partidos. Tras la reunión, se resolvió cerrar la frontera con Bielorrusia y limitar el tráfico aéreo en la zona oriental, medida que también adoptaron Lituania y Letonia.
El incidente coincide con el inminente inicio de los ejercicios militares conjuntos Zapad-2025, organizados por Rusia y Bielorrusia del 12 al 16 de septiembre, lo que incrementa la tensión en la región.
La denuncia de Polonia provocó múltiples condenas internacionales. Estados Unidos, Alemania y Francia expresaron su respaldo a Varsovia, mientras que la Unión Europea reiteró su compromiso con la seguridad en sus fronteras orientales. China, en cambio, pidió manejar la crisis mediante el “diálogo y la consulta”.
A instancias de Polonia, la OTAN activó el artículo 4 de su tratado, que obliga a consultas inmediatas entre los aliados cuando uno de sus miembros percibe amenazas a su seguridad o integridad territorial.