
El embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, afirmó que para resolver la migración irregular es esencial atender las condiciones de los estados del sureste mexicano, particularmente en la frontera con Guatemala.
Al evitar comentar sobre las amenazas del presidente electo Donald Trump de imponer aranceles a México —argumentando que actualmente el único presidente es Joe Biden, quien ha fomentado la relación bilateral—, Salazar destacó la importancia de impulsar el desarrollo en esta región históricamente olvidada.
«En este mapa que he utilizado durante mis viajes por los 32 estados en los últimos tres años, se reconoce lo que el presidente López Obrador señaló desde el inicio, el día en que llegué aquí», explicó.
“El desarrollo en el sureste de México es la solución. Él lo llama el rincón olvidado de México, y estoy de acuerdo. Lugares como Chiapas son ese rincón olvidado. Hay proyectos en marcha, y espero que continúen y tengan éxito para frenar la migración hacia el norte”, añadió.
Respecto a la inseguridad, el diplomático reconoció que queda mucho por hacer, pero subrayó que esto puede abordarse de manera conjunta con Estados Unidos, ya que es otro factor que impulsa la migración irregular.
“Entendemos las causas de la migración. Muchos migrantes llegan desde México a la frontera con Estados Unidos. Están los cuatro estados: Chiapas, Michoacán, Guerrero y Guanajuato. ¿Por qué tantos mexicanos están dejando sus lugares de origen? Porque necesitan seguridad. Esa es una realidad de México que se reconoce en todos lados”, enfatizó.
Recordó que, desde principios de este año, México ha rechazado apoyos de seguridad por 22 millones de dólares, situación que ya había señalado en una conferencia anterior, generando críticas de la presidenta Claudia Sheinbaum.
“No cambio de postura. Siempre he dicho que en una democracia se necesita garantizar la seguridad del pueblo, porque sin ella la democracia se tambalea. Esto es evidente en lugares como Haití y Venezuela, y también aquí en México”, puntualizó.
Finalmente, Salazar subrayó que proyectos como el del Istmo de Tehuantepec tienen el potencial de convertirse en motores de prosperidad y seguridad, debiendo ser una prioridad en el trabajo conjunto entre ambos países.
“Hay mucho trabajo por hacer. Una frontera segura y humana debe ser una labor conjunta entre México y Estados Unidos. Hemos colaborado, pero sin una planificación coordinada y sin la inversión necesaria, no se puede alcanzar la meta compartida entre ambas naciones”, concluyó. Además, expresó su confianza en el liderazgo de Claudia Sheinbaum, en especial si aplica estrategias similares a las que implementó en la Ciudad de México.