
Usando las cámaras infrarrojas del telescopio espacial James Webb, el equipo de científicos encontró que el agujero negro, identificado como CEERS 1019, existía poco más de 570 millones de años después del Big Bang.
Los investigadores también descubrieron dos agujeros negros más que datan de más de mil millones de años después del Big Bang y 11 nuevas galaxias que se formaron cuando el Universo tenía entre 475 y 675 millones de años.
El telescopio espacial James Webb de la NASA ha proporcionado la imagen infrarroja más profunda y nítida del universo distante hasta el momento.
El CEERS 1019 destaca por su antigüedad y distancia, pero también por su relativa falta de peso ya que pesa alrededor de nueve millones de masas solares, es decir, pesa nueve millones de veces más que el Sol, lo que es inusual para los agujeros negros supermasivos del universo primitivo que fueron detectados por otros telescopios.
Cabe señalar que los agujeros negros son regiones del espacio-tiempo con niveles extremos de gravedad que atrapan todo, incluidas la luz y otras ondas electromagnéticas.
Dado que incluso la luz no puede escapar de las garras de los agujeros negros, son difíciles de ver. Pero usando equipos especiales como el Telescopio Espacial James Webb, los científicos pueden detectar agujeros negros al observar el comportamiento de algunas estrellas en relación con otras.