La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió este martes que superar el umbral de 1.5 grados de calentamiento global será prácticamente inevitable en la próxima década, debido al escaso avance de los países en materia climática y a un escenario geopolítico cada vez más complejo.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) dio a conocer su Informe sobre la Brecha de Emisiones 2025, días antes de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP30), que se llevará a cabo del 10 al 21 de noviembre en Belém, Brasil.
De acuerdo con el documento, aunque el Acuerdo de París busca mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 °C e idealmente de 1.5 °C, dicho límite será sobrepasado “al menos de forma temporal”. No obstante, el organismo, con sede en Nairobi, considera que aún es posible reducir la intensidad y duración de ese rebasamiento si se implementan recortes “sin precedentes” en las emisiones de gases de efecto invernadero.
El informe estima que la temperatura media mundial podría incrementarse entre 2.3 y 2.5 °C durante este siglo si los países cumplen sus compromisos actuales, y hasta 2.8 °C si mantienen las políticas vigentes, una ligera mejora respecto a las proyecciones del año pasado (2.6 a 2.8 °C).
El Pnuma advierte que la retirada prevista de Estados Unidos del Acuerdo de París en 2026 representará un retroceso significativo en los esfuerzos globales, pues revertiría parte del progreso logrado. Sin embargo, también destaca avances impulsados por el acuerdo, como la reducción de costos en energías renovables y el aumento de los compromisos de neutralidad de carbono, que actualmente abarcan cerca del 70 % de las emisiones mundiales.
A pesar de ello, las emisiones globales continúan creciendo: en 2024 alcanzaron 57.7 gigatoneladas de CO₂, un aumento del 2.3 % respecto al año anterior, impulsado por la deforestación y el uso persistente de combustibles fósiles. El G20, responsable del 77 % de las emisiones totales, registró un incremento conjunto del 0.7 %.
Aunque algunos países del bloque han presentado nuevas metas de mitigación para 2035, el Pnuma advierte que estas medidas siguen siendo insuficientes y que el grupo no está en camino de cumplir sus objetivos para 2030.
El organismo recalca que el liderazgo del G20 será decisivo para frenar el aumento de la temperatura. Hasta ahora, 60 países —responsables del 63 % de las emisiones globales— han presentado o anunciado nuevos compromisos climáticos, pero el informe lamenta que la mayoría sean “demasiado modestos”: sólo el 73 % contempla metas de energía renovable, menos de la mitad prevé mejoras en eficiencia energética, y ninguno incluye la eliminación gradual del petróleo, el gas o los subsidios a los combustibles fósiles.
Según el análisis, las nuevas políticas podrían reducir las emisiones mundiales en alrededor de un 15 % para 2035 respecto a los niveles de 2019, cifra muy inferior al 55 % requerido para mantener el calentamiento dentro del límite de 1.5 °C.
El Pnuma señala que las tensiones internacionales, la falta de financiamiento y la escasa ambición política obstaculizan los avances en un contexto donde la acción climática es, además de urgente, una oportunidad económica y social.
“El panorama actual no es alentador —concluye el organismo—, pero corresponde a los países y a los mecanismos multilaterales reafirmar su compromiso y reconstruir la confianza colectiva para alcanzar el objetivo de temperatura establecido en el Acuerdo de París.”