
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una alerta sanitaria por el aumento en los casos de COVID-19, atribuible a la aparición de una nueva variante denominada NB.1.8.1. Esta cepa presenta múltiples mutaciones, lo que la hace más transmisible.
La OMS informó que la variante NB.1.8.1 se encuentra bajo vigilancia por su creciente propagación a nivel mundial, mientras que la variante LP.8.1 muestra una tendencia a la baja.
La cepa MV.1 fue detectada por primera vez en junio de 2024 y desde entonces se ha diseminado por varios continentes. Se han identificado síntomas característicos relacionados con esta nueva variante del coronavirus.
NB.1.8.1 es una subvariante del SARS-CoV-2 que proviene de la recombinante XDV.1.5.1. La primera muestra fue recolectada el 22 de enero de 2025. Esta variante está entre las seis consideradas de interés (VUM, por sus siglas en inglés) y fue clasificada como tal por la OMS el 23 de mayo de 2025.
De acuerdo con la OMS, en los países donde se ha detectado la variante NB.1.8.1 se ha observado un incremento paralelo en los contagios y las hospitalizaciones.
El impacto de esta nueva variante se refleja en el aumento de casos en varias regiones del mundo. En el Pacífico Occidental, los contagios subieron del 8.9 % al 11.7 %; en las Américas, del 1.6 % al 4.9 %; y en Europa, del 1.0 % al 6.0 %.
Las personas infectadas con esta variante suelen presentar los siguientes síntomas:
-Dolor de garganta
-Tos
-Congestión nasal o secreción
-Dolores musculares
-Diarrea
-Dificultad respiratoria
-Pérdida del gusto
-Cansancio extremo
-Dolor de cabeza
Según los datos actuales, esta variante no parece causar una enfermedad más severa en comparación con otras variantes que están circulando.