Los jóvenes se han consolidado como la fuerza principal detrás del dinamismo en la industria editorial del país. De acuerdo con el Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2025 del Inegi, la población de entre 12 y 24 años mantiene un vínculo activo con los libros, las revistas y los contenidos digitales: el 89.1 por ciento leyó al menos un material de este tipo durante el último año, la cifra más alta entre todos los grupos de edad.
La diferencia entre generaciones se hace evidente al comparar otros rangos de edad, cuyos niveles de lectura son menores. En el grupo de 25 a 39 años, el 85.7 por ciento consumió por lo menos un libro o una revista en el último año; entre las personas de 40 a 59 años el porcentaje baja a 74.2 por ciento, y entre quienes tienen 60 años o más desciende a 66.8 por ciento.
El peso de este sector no solo se refleja en su número, sino en la forma en que se relacionan con la lectura. Combinan libros impresos, historietas, contenido escolar y materiales digitales con completa naturalidad. Destaca su preferencia por lo digital: 37.5 por ciento leyó libros electrónicos y 62.2 por ciento consultó páginas web, foros o blogs. También son quienes más se acercan a la literatura, con 52.3 por ciento leyendo novelas, cuentos o poesía.
La escuela sigue siendo un factor decisivo para fomentar la lectura en estas generaciones. Del total de personas de 12 a 29 años que están estudiando, el 94.4 por ciento afirmó haber leído algo recientemente, mientras que entre quienes ya no asisten a clases la proporción cae a 82.5 por ciento.
Al considerar a toda la población alfabetizada, ocho de cada diez personas leyeron por lo menos un material medido por el MOLEC. Los libros se mantienen como el formato más común, con 62.5 por ciento de lectura anual. Las páginas de internet alcanzan 45.7 por ciento, reflejando el crecimiento constante de los contenidos digitales y su impacto en los hábitos lectores.
En contraste, los periódicos muestran la caída más fuerte: únicamente 24.8 por ciento de las personas leyó uno durante la última semana, cifra que se reduce a 20 por ciento en áreas urbanas. Este dato contrasta con el 48.8 por ciento reportado en 2015 y confirma el desplazamiento hacia plataformas digitales como principal medio informativo.
El nivel educativo también influye de manera directa en los hábitos de lectura. Entre quienes cuentan con estudios superiores, 93.8 por ciento consumió algún material lector, mientras que entre la población que no concluyó la educación básica la cifra desciende a 66.2 por ciento.
El MOLEC también revela que la lectura en redes sociales forma parte de la vida cotidiana: 83.5 millones de personas consumen contenidos en Facebook, WhatsApp o X. De ellos, 16.2 por ciento se limita exclusivamente a estas plataformas y no leen otros materiales, principalmente por falta de interés.