
Israel lanzó este martes una amplia operación terrestre en Ciudad de Gaza, tras recibir el respaldo de Estados Unidos a su objetivo de eliminar a Hamás, pese a la creciente presión internacional y a los llamados de la ONU para detener la “carnicería”.
El inicio del asalto coincidió con la publicación de un informe de la comisión investigadora de la ONU que acusó a Israel de cometer “genocidio” en Gaza y responsabilizó al primer ministro Benjamin Netanyahu y a otros líderes israelíes.
El ministro de Defensa, Israel Katz, aseguró que la ciudad quedó “en llamas” tras los ataques y reiteró que no darán marcha atrás hasta cumplir su misión. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, señaló que Israel “no está abierto” a negociaciones de paz.
La ofensiva, precedida por intensos bombardeos nocturnos, fue condenada por diversas voces internacionales, incluido el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, quien exigió detener la “carnicería”. El rey Felipe VI de España también expresó su preocupación por la “insostenible” crisis humanitaria en la Franja.
En medio de la devastación, testimonios de civiles relatan la muerte de decenas de personas, incluidos niños, mientras que Hamás denunció una “limpieza étnica sistemática”.
Estados Unidos, en voz de su secretario de Estado, Marco Rubio, reiteró su apoyo incondicional a Israel, mientras el presidente Donald Trump advirtió a Hamás por el uso de rehenes como escudos humanos. Netanyahu, por su parte, anunció que se reunirá con Trump tras la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
La guerra en Gaza, que ya ha dejado a gran parte de la ciudad en ruinas, comenzó tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 en territorio israelí, donde murieron más de mil 200 personas, la mayoría civiles.