
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, participó en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, donde destacó su intención de reducir los precios del petróleo, las tasas de interés y los impuestos a nivel global. Asimismo, advirtió que impondría aranceles a las empresas que opten por fabricar sus productos fuera del territorio estadounidense.
Durante su intervención virtual, Trump pidió una reducción inmediata de las tasas de interés y manifestó su sorpresa de que la OPEP y Arabia Saudita no hayan disminuido los precios del petróleo antes de las elecciones.
Según él, esto habría contribuido a detener la guerra entre Rusia y Ucrania. Estas declaraciones se dieron en un contexto de volatilidad en los mercados, con el petróleo cotizando en números negativos, el dólar mostrando fluctuaciones y el euro en caída.
El expresidente también dirigió críticas a aliados tradicionales como Canadá y la Unión Europea, a quienes responsabilizó por el déficit comercial de Estados Unidos y amenazó con nuevos aranceles.
Hizo un llamado a los empresarios presentes en el foro a trasladar su producción a Estados Unidos para beneficiarse de bajos impuestos, advirtiendo que, de lo contrario, enfrentarían tarifas significativas para comercializar sus productos en su país.
Trump también prometió reducir la inflación mediante recortes de impuestos, desregulación y el fortalecimiento de sectores como la inteligencia artificial, las criptomonedas y los combustibles fósiles. En contraste, criticó políticas previas relacionadas con el cambio climático, la diversidad y la inmigración, señalando que estaba trabajando para desmantelar programas de inclusión dentro del gobierno.
En su intervención, reiteró algunas afirmaciones polémicas y desacreditadas, como que Estados Unidos alcanzó niveles récord de aire y agua limpia durante su mandato y que ganó por un amplio margen las elecciones de 2020.
Además, destacó su decisión de retirar a Estados Unidos de acuerdos internacionales como la OMS y el Acuerdo de París, así como su intención de imponer una visión más nacionalista en temas como la energía y el comercio.
Trump aprovechó la ocasión para criticar a su sucesor, Joe Biden, y defender su visión de una economía estadounidense más independiente y competitiva. Sus comentarios generaron reacciones mixtas entre los líderes empresariales y políticos presentes, quienes esperaban detalles concretos sobre sus propuestas comerciales y económicas.