Un amplio operativo policial fue desplegado en la escuela secundaria Apalachee, ubicada en Winder (Condado de Barrow), Georgia, después de un tiroteo que dejó varias víctimas.
Las autoridades locales respondieron al incidente aproximadamente a las 10:20 a.m. (hora local) del miércoles, tras recibir reportes de un tiroteo en curso. Un sospechoso ha sido arrestado, aunque la Oficina del Sheriff del condado de Barrow no ha proporcionado detalles sobre el número de víctimas o su estado.
«Se han reportado víctimas, pero por el momento no se dispone de información sobre su número o condiciones», indicó la oficina del sheriff en un comunicado oficial.
El incidente llevó a que la escuela se pusiera en cierre total, mientras los equipos de emergencia acudían al lugar.
Desde los helicópteros de noticias se pudieron ver al menos seis ambulancias en la zona, y un helicóptero médico fue observado evacuando a un paciente. Según los informes, los estudiantes fueron trasladados al estadio de fútbol de la escuela como medida de precaución.
La cadena CNN confirmó que un hospital local recibió a personas con heridas de bala relacionadas con el tiroteo.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, expresó su preocupación y aseguró que ha movilizado todos los recursos estatales disponibles para atender la situación, y afirmó que seguirán colaborando con las autoridades locales, estatales y federales mientras se recaba más información.
«He puesto a disposición todos los recursos estatales para responder al incidente en la escuela secundaria Apalachee e insto a todos los georgianos a unirse a mi familia en oración por la seguridad de quienes están en nuestras aulas, tanto en el condado de Barrow como en todo el estado», escribió Kemp en su cuenta de la red social X.
Por su parte, la oficina del FBI en Atlanta confirmó que sus agentes están presentes en el lugar del tiroteo, brindando apoyo a las autoridades locales en la investigación y gestión de la crisis.
En Estados Unidos, se han registrado cientos de tiroteos en escuelas y universidades durante las últimas dos décadas, siendo el más letal el ocurrido en Virginia Tech en 2007, que dejó más de 30 muertos. Estos tiroteos han generado un intenso debate sobre las leyes de armas en el país y la Segunda Enmienda de la Constitución, que garantiza el derecho «a poseer y portar armas».
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