
Este lunes, la ONU presentó sus «principios fundamentales para la integridad de la información» con el objetivo de combatir la desinformación en línea, destacando la necesidad de revisar el modelo publicitario de las plataformas y redes sociales.
«Cuando la integridad de la información está en riesgo, también lo está la democracia, que se basa en una percepción de la realidad compartida y fundamentada en hechos», afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, durante la presentación de este código de conducta.
Hace un año, Guterres, quien ha estado liderando esfuerzos para regular los riesgos existenciales de la desinformación en línea, incluso antes del rápido avance de las herramientas de inteligencia artificial (IA), propuso desarrollar unas directrices básicas en este ámbito.
Luego de consultar a diversos actores del sector, el documento publicado el lunes, que no es vinculante, enumera cinco principios fundamentales: confianza y resiliencia social; medios de comunicación independientes, libres y pluralistas; transparencia e investigación; empoderamiento público; e incentivos positivos.
La ONU espera que estos principios sean adoptados por plataformas, medios de comunicación, gobiernos y la propia organización.
A pesar de que algunos Estados son acusados de ser fuentes de desinformación, el documento se centra en las grandes empresas tecnológicas que facilitan la difusión de estos mensajes a través de redes sociales y motores de búsqueda.
La ONU insta a estas empresas a abstenerse de publicar información falsa y discursos de odio, especialmente durante campañas electorales. El texto subraya que la desinformación y el odio no deberían tener amplia difusión ni generar enormes ganancias, y propone replantear los modelos de publicidad automatizada que emplean las plataformas.
Un diseño tan opaco puede llevar a que los presupuestos publicitarios financien inadvertidamente a personas, entidades o ideas que los anunciantes tal vez no tenían la intención de apoyar, lo que puede constituir un riesgo material para las marcas», señala.
En resumen, las empresas tecnológicas deben priorizar la integridad de la información sobre el lucro, y los gobiernos deben regular de manera que se respeten los derechos humanos, la libertad de expresión y la protección de los periodistas, resumió Guterres.
El documento también exhorta a las agencias de publicidad a involucrarse y a exigir transparencia a las plataformas en cuanto a la cadena de publicación de anuncios.
En cuanto a los riesgos de la inteligencia artificial, el documento pide a las empresas tecnológicas que etiqueten claramente todos los contenidos generados o mediados por IA.
Los algoritmos opacos empujan a las personas a burbujas de información y refuerzan prejuicios como el racismo, la misoginia y la discriminación de todo tipo. Las mujeres, los refugiados, los inmigrantes y las minorías son objetivos habituales», recordó Guterres.
El daño va mucho más allá del ámbito digital, afectando a miles de millones de personas que no están conectadas a internet», pues hay «vidas en juego cuando se difunden mentiras sobre vacunas y otros problemas médicos», advirtió.