FOTO DE ARCHIVO: El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, convoca la reunión semanal del gabinete en el Ministerio de Defensa en Tel Aviv, Israel, 7 de enero de 2024. REUTERS/Ronen Zvulun/Pool/File Photo
Este lunes, la Corte Penal Internacional (CPI) emitió órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, acusándolos de crímenes de guerra, incluyendo la masacre de civiles y el uso del hambre como método de exterminio contra miles de refugiados palestinos en la Franja de Gaza.
El tribunal internacional también pidió la detención del líder de Hamás, Yahya Sinwar, y otros altos dirigentes de esta organización paramilitar, acusándolos de ataques terroristas el 7 de octubre contra Israel y la guerra subsiguiente en Gaza, según informó el fiscal principal del tribunal, Karim Khan.
Los cargos contra los líderes de Hamás incluyen exterminio, asesinato, tortura, violación y toma de rehenes, catalogados como crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Por otro lado, al Estado de Israel se le acusa de «asesinato intencional», «matar de hambre a civiles como método de guerra» y «causar intencionalmente gran sufrimiento».
El gobierno de Israel, que no es miembro de la CPI, calificó la solicitud del fiscal como una «vergüenza histórica».
“Mi oficina sostiene que los crímenes de guerra alegados en estas solicitudes se cometieron en el contexto de un conflicto armado internacional entre Israel y Palestina, y un conflicto armado no internacional entre Israel y Hamás (junto con otros grupos armados palestinos) que se desarrolla en paralelo”, señaló el fiscal en un comunicado.
En relación con los atentados de Hamás del 7 de octubre, la CPI detalló que fue testigo de las «escenas devastadoras de estos ataques y el profundo impacto de los crímenes desmedidos».
“Al hablar con los sobrevivientes, escuché cómo el amor dentro de una familia y los lazos más profundos entre un padre y un hijo se distorsionaban para infligir un dolor insondable a través de una crueldad calculada y una insensibilidad extrema. Estos actos exigen rendición de cuentas”, afirmó.
La Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, Países Bajos, es un organismo internacional encargado de juzgar a individuos acusados de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio. Aunque la CPI tiene una amplia jurisdicción global, es importante destacar que Israel no es parte del tratado que establece la jurisdicción de la CPI y, por lo tanto, no reconoce su autoridad.
En la fase final del proceso judicial, un panel de jueces de la CPI revisará las solicitudes presentadas por los fiscales para emitir órdenes de arresto. Este panel evaluará la evidencia presentada y determinará si hay motivos suficientes para proceder con las acusaciones y emitir las órdenes de arresto correspondientes.
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