Los incendios forestales que devastan Los Ángeles se han convertido en los más costosos en la historia de Estados Unidos, con pérdidas estimadas que podrían superar los 20 mil millones de dólares, según cálculos iniciales presentados ayer por analistas de JP Morgan.
De acuerdo con estos expertos, el área afectada por el incendio en Palisades corresponde a una “zona residencial acomodada”, donde el precio promedio de las viviendas supera los 3 millones de dólares.
El último informe de las autoridades de California reporta un aumento en la cifra de víctimas, que ahora asciende a siete. Además, unas 180 mil personas permanecen bajo órdenes de evacuación, mientras las condiciones meteorológicas, caracterizadas por sequía extrema y fuertes vientos, continúan siendo “críticas”, aunque algo menos intensas, según meteorólogos y autoridades locales.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, advirtió sobre la magnitud histórica de los vientos, calificándolos como “sin precedentes”. Por su parte, los servicios meteorológicos alertaron que es probable que, entre ayer y hoy, viernes, se produzcan nuevos incendios o se intensifiquen los ya existentes.
Uno de los incendios más graves afecta una extensión de 6,900 hectáreas en Pacific Palisades, lo que lo convierte en uno de los desastres naturales más destructivos en la historia de Los Ángeles, según indicó Kristin Crowley, jefa de bomberos. Otro incendio, que abarca más de 4,000 hectáreas en Altadena, continúa “completamente fuera de control”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó estos incendios como los peores en la historia de California y anunció que se asignarán recursos federales adicionales para apoyar al estado en su lucha contra el fuego. “Este es el incendio más extenso y devastador en la historia de California”, afirmó Biden, quien además convocó una reunión especial en la Casa Blanca con altos funcionarios de su administración.
El sheriff de Los Ángeles, Robert Luna, informó sobre la detención de 20 personas por saqueos en las zonas de evacuación, calificando estas acciones como “inaceptables”. Además, se confirmó el despliegue de 400 miembros de la Guardia Nacional de California en las áreas afectadas, mientras en Santa Mónica las autoridades locales han implementado un toque de queda.
Las llamas, avivadas por vientos de hasta 160 kilómetros por hora y condiciones de sequía extrema, han destruido más de 2,000 edificaciones. Aunque los incendios son un fenómeno frecuente en el oeste de Estados Unidos, el cambio climático provocado por la actividad humana ha intensificado las condiciones extremas, aumentando la frecuencia y gravedad de estos eventos.
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