
El papa Francisco expresó su profundo pesar por el ataque en Nueva Orleans, en el que un veterano del ejército estadounidense arrolló con una camioneta a una multitud que celebraba el Año Nuevo, dejando 15 muertos y más de 30 heridos.
El cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, transmitió el mensaje del pontífice al arzobispado de Nueva Orleans, destacando su «solidaridad espiritual» con la ciudad y enviando su «bendición».
Además, líderes internacionales como Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Kaja Kallas, jefa de la diplomacia europea, manifestaron su solidaridad con las víctimas y sus familias.
El FBI identificó al atacante como Shamsud Din Jabbar, un exmilitar de 42 años y residente en Texas. Antes del ataque, Jabbar publicó videos en redes sociales afirmando estar inspirado por el Estado Islámico. La policía describió al perpetrador como un «terrorista» y encontró una bandera del ISIS en el vehículo utilizado en el ataque.
Además, dos bombas caseras fueron localizadas en la ciudad y neutralizadas por las autoridades.
El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, informó sobre la búsqueda activa de otros posibles involucrados, mientras que el ataque, ocurrido en el icónico Barrio Francés, ha dejado a la comunidad conmocionada y en alerta.