Tras meses de intensas negociaciones mediadas por Egipto y Catar, con el respaldo de Estados Unidos, Israel y Hamás alcanzaron un acuerdo para cesar los enfrentamientos en Gaza y llevar a cabo un intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos. Según informaron a las agencias Reuters y Axios fuentes cercanas al proceso, este pacto podría marcar el fin de una guerra de 15 meses que ha sacudido profundamente a Oriente Medio.
El conflicto inició el 7 de octubre de 2023, cuando militantes liderados por Hamás atravesaron las barreras de seguridad e irrumpieron en comunidades israelíes, dejando un saldo de 1,200 muertos entre civiles y soldados, además del secuestro de más de 250 personas. En respuesta, Israel lanzó una ofensiva en Gaza que, de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud de Gaza, ha causado más de 46,000 muertes y ha devastado el territorio, dejando a cientos de miles de personas en condiciones precarias.
El acuerdo incluye una tregua inicial de 42 días durante la cual se liberará a 33 rehenes, incluidos mujeres, niños y personas mayores o heridas, mientras las fuerzas israelíes se retiran gradualmente hacia una zona de amortiguamiento en la frontera, aunque mantendrán cierta presencia hasta que se garantice la devolución de todos los cautivos. Asimismo, se liberarán cientos de prisioneros palestinos, algunos condenados por homicidio, aunque no se especificaron los detalles de su destino.
En su cuenta de Truth Social, Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, celebró el acuerdo como un logro de su equipo y de su liderazgo político, asegurando que la liberación de rehenes beneficiará tanto a estadounidenses como a israelíes. Además, afirmó que esta tregua representa un avance hacia la paz y una oportunidad para fortalecer los Acuerdos de Abraham, augurando nuevas iniciativas en caso de confirmarse su retorno a la Casa Blanca.
Sin embargo, en Israel, la tregua ha generado tensiones políticas. Aunque el acuerdo podría aliviar el descontento público hacia el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu tras el mortal ataque de octubre, algunos socios de su coalición de extrema derecha se oponen al pacto y han amenazado con abandonar el gabinete.
El conflicto ha tenido repercusiones en toda la región, con aliados de Irán en Líbano, Irak y Yemen atacando a Israel en apoyo a los palestinos. El acuerdo se produce tras una serie de ataques israelíes dirigidos contra líderes de Hamás y Hezbolá, que han reforzado su posición en las negociaciones.