
La emergencia por los incendios forestales en el condado de Los Ángeles se agravó este miércoles con la aparición de un tercer foco, que ha obligado a evacuar a 30,000 personas y movilizar a miles de bomberos para proteger las zonas residenciales amenazadas por las llamas.
Además de los incendios en Pacific Palisades y Eaton Canyon, que ya han consumido más de 1,500 hectáreas (casi 4,000 acres), un nuevo incendio en Hurst ha quemado hasta ahora cerca de 200 hectáreas (500 acres), según fuentes oficiales.
El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció en la red social X que equipos adicionales están siendo enviados al sur del estado para reforzar a los más de 1,400 bomberos que ya combaten las llamas. Por su parte, el presidente Joe Biden aprobó ayuda de emergencia y ofreció recursos federales para apoyar a las comunidades afectadas.
El incendio en Hurst se extiende rápidamente debido a los fuertes vientos y la baja humedad, factores que han intensificado el comportamiento del fuego, según el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California. Los tres incendios permanecen bajo investigación, y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró el estado de emergencia.
Pacific Palisades, un barrio conocido por sus residentes famosos como Jennifer Aniston y Tom Hanks, es una de las áreas afectadas. En tanto, en Eaton Canyon, al norte de Los Ángeles, el fuego obligó al cierre de varias escuelas, incluidas las del Distrito Escolar Unificado de Pasadena. El museo Getty Center también cerró temporalmente debido a la proximidad del incendio, aunque sus instalaciones permanecen intactas.
Los fuertes vientos, incluidos los de Santa Ana, han dejado sin electricidad a casi 200,000 personas en el condado. Estas condiciones, combinadas con una temporada inusualmente seca y temperaturas elevadas, complican aún más el control de los incendios.
Hasta el momento no se han reportado víctimas mortales, pero las autoridades continúan en alerta, ya que el condado, hogar de casi 10 millones de personas, enfrenta el riesgo de que los incendios sigan expandiéndose rápidamente.