
El cese al fuego de 60 días entre Israel y Hezbolá en el Líbano, alcanzado gracias a un acuerdo respaldado por Estados Unidos y Francia como garantes, entró en vigor este miércoles a las 04:00 hora local (02:00 GMT).
El plan contempla tres fases: primero, una tregua inicial; luego, el repliegue de las fuerzas de Hezbolá al norte del río Litani y la retirada completa de las tropas israelíes del sur del Líbano en un plazo de 60 días; finalmente, negociaciones entre ambas naciones para definir su frontera, actualmente delimitada por una línea de la ONU tras la guerra de 2006.
Este alto el fuego, mediado por Estados Unidos, representa un avance significativo para poner fin a más de 14 meses de combates vinculados a la guerra en Gaza.
El acuerdo prevé una tregua inicial de dos meses y exige que Hezbolá cese su actividad armada en el sur del Líbano, mientras que Israel deberá replegar sus tropas hacia su territorio. Su puesta en marcha será supervisada por un comité internacional liderado por Estados Unidos.
La tregua entró en vigor tras una intensa jornada de ataques aéreos israelíes en Beirut, los más graves desde el inicio del conflicto, que dejaron al menos 42 muertos, según autoridades locales.
Sin embargo, el cese al fuego no aborda el conflicto en Gaza, donde Hamás continúa reteniendo rehenes, agravando una crisis humanitaria.
Persisten desacuerdos respecto a si Israel podrá responder militarmente si considera que Hezbolá incumple el acuerdo. Mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sostiene que el pacto lo permite, líderes libaneses y de Hezbolá rechazan esta interpretación.
El gabinete israelí aprobó el acuerdo el martes por la noche tras ser presentado por Netanyahu. Joe Biden, por su parte, calificó el pacto como “una buena noticia” y reafirmó su compromiso con lograr un alto el fuego también en Gaza.