Durante la reciente visita de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, a la localidad de Paiporta, epicentro de las inundaciones en Valencia, la comitiva fue recibida con gritos de rechazo y lanzamiento de barro.
Numerosos residentes y voluntarios indignados expresaron su descontento con insultos y gritos de “fuera” y “asesinos”, al tiempo que algunos objetos fueron lanzados hacia las autoridades. La situación en la zona ha sido devastadora, con más de 200 fallecidos y numerosos desaparecidos tras las inundaciones, el mayor desastre natural registrado en España en lo que va de siglo.
El rey Felipe, con el rostro y el abrigo manchados de barro, intentó dialogar con los residentes, mientras su equipo de seguridad abría y luego cerraba paraguas en un intento por proteger a la comitiva.
La reina Letizia también conversó con algunos afectados en medio de la tensa situación, con la multitud coreando insultos y expresiones de frustración. Debido a la gravedad de los incidentes, las autoridades decidieron suspender una segunda visita planeada a la localidad de Chiva.
La población local acusa a las autoridades de no haberles alertado adecuadamente sobre la magnitud de la tormenta y de no ofrecer suficiente apoyo tras el desastre.
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