Una jueza federal de Estados Unidos bloqueó temporalmente una medida impulsada por la administración de Donald Trump que impedía a Harvard recibir estudiantes internacionales, considerando que podría ser inconstitucional.
Ayer jueves, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, revocó la certificación que autoriza a Harvard a aceptar alumnos extranjeros, lo cual puso en riesgo el futuro académico de miles de jóvenes y la economía de la institución. Esta revocación afectaba directamente al programa SEVIS, que gestiona el ingreso de estudiantes y visitantes de intercambio con visados F y J.
En respuesta, la universidad presentó una demanda judicial. La jueza Allison Burroughs, del distrito federal de Massachusetts, ordenó este viernes que el gobierno no podrá aplicar dicha revocación al menos hasta la audiencia preliminar fijada para el 29 de mayo.
Harvard argumenta que esta medida forma parte de una represalia política por parte del gobierno, motivada por el rechazo de la universidad a someterse a supervisión federal sobre sus políticas de admisión, contratación y orientación ideológica. En su demanda, calificó la acción gubernamental de “arbitraria, ilegal e inconstitucional”.
El presidente de Harvard, Alan Garber, condenó lo ocurrido, señalando que la decisión perjudica a estudiantes y académicos y lanza un mensaje amenazante a todas las universidades del país que acogen talento internacional. Además, destacó que la presencia de estudiantes extranjeros es clave para el financiamiento de la institución, dado el alto costo de las matrículas.
El conflicto se da en un contexto tenso: la administración Trump ha acusado a Harvard de fomentar el antisemitismo y de tener vínculos con el Partido Comunista Chino.
En particular, la revocación afecta a una importante comunidad estudiantil china que representa más del 20 % del alumnado internacional. Desde Pekín, el gobierno chino criticó duramente la decisión, calificándola de politización perjudicial para la cooperación educativa.
Mientras tanto, algunos estudiantes internacionales ya están considerando abandonar la universidad.
Foto: Harvard University