
Con las manos con la masa fue como cacharon a una osa y a su osezno robándose y comiéndose unas donas que sacaron de un camión en Alaska.
Todo sucedió cuando el conductor de la compañía entregaba un pedido en una tienda exprés en la Base Militar Elmendorf-Richardson en Anchorage. El hombre no se dio cuenta de que allí se reunían con frecuencia una osa negra y sus cachorros.
El empleado dijo que podía escuchar a los osos rompiendo los paquetes de donas y, a pesar de los esfuerzos por disuadirlos golpeando la camioneta, los animales continuaron con su festín.
El trabajador decidió llamar a la seguridad de la base, cuyos efectivos hicieron salir a los osos haciendo sonar las sirenas en los alrededores.
Al final, la madre y el osezno se comieron 26 paquetes de donas.