
El 10 de octubre de cada año se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, con el objetivo de aumentar la conciencia de los problemas de este mal en todo el mundo y movilizar los esfuerzos en apoyo de esta enfermedad.
En este marco, las Organización de las Naciones Unidas se han comprometido a crear un mundo en el que para 2030 todos, en todas partes, tengan a alguien a quien recurrir en apoyo de su salud mental, en un mundo libre de estigma y discriminación.
“Si cambiamos nuestra actitud hacia la salud mental, cambiamos el mundo. Es hora de pasar a la acción en favor de la salud mental” dijo António Gutteres, secretario General de la ONU.
Lo que se busca en este Día Mundial es ofrecer una oportunidad para todos los promotores y defensores de personas con salud mental para visibilizar lo que falta por hacer para que la atención y el cuidado a la salud mental sea una realidad en todo el mundo.
La principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo es la depresión, enfermedad que puede afectar a cualquier persona. Lo que provoca es angustia mental y repercute en la capacidad de las personas para poder realizar sus tareas cotidianas, lo que regularmente tiene efectos desafortunados sobre las relaciones con la familia y los amigos.
De igual forma los trastornos por depresión y por ansiedad son problemas habituales de salud mental que afectan a la capacidad de trabajo y la productividad.
La Organización Mundial de la Salud, estimó que más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más de 18 por ciento entre 2005 y 2015.
El organismo realizó un estudio en el cual se estima que, los trastornos por depresión y por ansiedad cuestan anualmente a la economía mundial un billón de dólares en pérdida de productividad.
Se valora que la mitad de las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años, pero en la mayoría de los casos ni se detectan ni se tratan. Con relación a los adolescentes el suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años.