
En la noche del 22 al 23 de agosto de 1791, se produjo en Saint Domingue, actual República de Haití, el comienzo de una sublevación que sería de suma importancia para la abolición del comercio transatlántico de esclavos.
En este contexto, el 23 de agosto de cada año se conmemora el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su Abolición. Esta fecha se conmemoró por primera vez en varios países, en particular en Haití en 1998 y en la Isla de Gorea, Senegal un año después en 1999.
El objetivo principal que persigue este día es inscribir la tragedia del comercio de esclavos en la memoria de todos los pueblos.
De conformidad con los objetivos del proyecto intercultural «Las Rutas de las personas esclavizadas», ha de representar la ocasión para efectuar una reflexión colectiva de las causas históricas, los métodos y las consecuencias de esa tragedia, y para analizar las interacciones a las que ha dado lugar entre África, Europa, las Américas y el Caribe, señaló la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO.
Su directora, Audrey Azoulay, invita a los Ministros de Cultura de todos los Estados Miembros a organizar cada año en esta fecha actos en los que participe toda la población del país y, en particular, los jóvenes, los educadores, los artistas y los intelectuales.
Dijo que es hora de abolir la explotación humana de una vez por todas, y de reconocer la dignidad igual e incondicional de todos y cada uno de los individuos. Recordemos hoy a las víctimas y a los defensores de la libertad del pasado para que inspiren a las generaciones futuras a construir sociedades justas.