
El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó este martes que no buscará la pena de muerte para los presuntos líderes del narcotráfico Rafael Caro Quintero e Ismael “El Mayo” Zambada.
En una notificación dirigida al juez Brian Cogan, la Fiscalía estadounidense comunicó su decisión de no solicitar la pena capital contra Zambada, acusado de ser uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa. Su abogado, Frank Pérez, había manifestado anteriormente que su cliente temía ser condenado a muerte debido a su historial delictivo. No obstante, casi medio año después, se confirmó que dicha condena no será aplicada.
Por su parte, Caro Quintero fue extraditado a territorio estadounidense en febrero pasado, como parte de una operación que incluyó la entrega de 29 presuntos narcotraficantes y que ha sido considerada una de las mayores extradiciones en la última década.
El veterano capo, implicado en el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, había permanecido entre los fugitivos más buscados por el FBI. Su traslado a EUA fue calificado como un logro simbólico en la lucha contra el crimen organizado y fue destacado por la DEA como una misión “muy personal”, en memoria del agente asesinado.
Mientras tanto, Ismael Zambada fue arrestado el 25 de julio de 2024 en un aeropuerto privado cercano a El Paso, Texas, en compañía de Joaquín Guzmán López, hijo de su antiguo socio “El Chapo”. De acuerdo con versiones oficiales, Guzmán López habría persuadido a Zambada para viajar con el argumento de revisar propiedades en México, aunque en realidad facilitó su entrega a las autoridades estadounidenses.
La captura fue resultado de una operación conjunta entre el FBI y Homeland Security Investigations (HSI), y es considerada un golpe significativo contra una de las redes criminales más influyentes del mundo.
Zambada, de 76 años, fue llevado ante una corte federal en El Paso, donde se declaró no culpable de los cargos que enfrenta, entre ellos tráfico de drogas como fentanilo y metanfetaminas, así como lavado de dinero. Permanece detenido sin derecho a fianza.
Posteriormente, surgieron versiones que indican que el capo pudo haber sido forzado o engañado para abordar el avión que lo trasladó a Estados Unidos, hechos que él mismo denunció en cartas desde prisión. Además, en México se investiga la desaparición de sus escoltas el mismo día de su captura, generando tensiones diplomáticas y críticas por la falta de transparencia en el proceso.