
El cielo nocturno de México ofrecerá un espectáculo especial: la Luna de Castor, una superluna que marcará la conclusión de las cuatro superlunas de 2024.
Este evento no es solo significativo por ser la última superluna del año, sino también por la rica carga cultural e histórica que evoca, relacionada con las tradiciones de los pueblos indígenas norteamericanos y los primeros colonos europeos.
El término «Luna de Castor» tiene su origen en las costumbres de los pueblos indígenas de Norteamérica, quienes nombraban cada luna llena en función de los cambios naturales y las actividades de la fauna. En noviembre, los castores se refugian en sus madrigueras para pasar el invierno, y para los comerciantes de pieles, este era el momento ideal para capturarlos, aprovechando la calidad de sus gruesas pieles.
Otras culturas también tienen sus propios nombres para la luna llena de noviembre. Por ejemplo, los Cree y Assiniboine la denominan «Luna de Escarcha» o «Luna Helada», mientras que para los Dakota y Lakota es conocida como «Luna de Celo de Ciervos». Estas denominaciones muestran cómo diferentes pueblos interpretan y se ajustan a los cambios estacionales.
Una superluna ocurre cuando la luna llena coincide con su punto más cercano a la Tierra, el perigeo, lo que permite que se vea hasta un 14% más grande y un 30% más brillante de lo normal. La Luna de Castor será la cuarta y última superluna de 2024, y promete ser un evento memorable para los aficionados a la astronomía.
El momento óptimo para disfrutar de esta superluna será la noche del 15 de noviembre, cuando alcanzará su máxima luminosidad. No obstante, el espectáculo se podrá ver también en las noches anteriores y posteriores, brindando varias oportunidades para admirar la Luna de Castor.