
El viernes previo al equinoccio de marzo se conmemora el Día Mundial del Sueño, una fecha destinada a generar conciencia sobre la relevancia de un descanso adecuado. Este evento busca abordar las causas y síntomas de la privación del sueño, un problema que, si no se atiende a tiempo, puede derivar en serios trastornos de salud.
En 2025, esta jornada se celebrará el 14 de marzo y su lema oficial será: «Hacer de la salud del sueño una prioridad», según lo establecido por la organización World Sleep Day.
Se trata de una conmemoración anual enfocada en la promoción de hábitos saludables de descanso. Durante este día, expertos y profesionales del área comparten información sobre la prevención y el tratamiento de diversos trastornos del sueño, los cuales afectan a millones de personas en todo el mundo.
El Día Mundial del Sueño fue establecido por especialistas en medicina e investigación del sueño con el objetivo de prevenir y tratar los trastornos asociados al descanso, así como promover sus beneficios para la salud y el bienestar. Su organización corre a cargo de la Asociación Mundial de Medicina del Sueño (WASM, por sus siglas en inglés) junto con otras entidades dedicadas al estudio del sueño.
Diversos estudios han demostrado que dormir lo suficiente contribuye significativamente al bienestar general. Sin embargo, el estilo de vida actual impide que muchas personas logren el descanso necesario. En promedio, un adulto requiere entre 7 y 8 horas de sueño para permitir la correcta recuperación del organismo.
No dormir adecuadamente puede tener efectos perjudiciales en la salud, afectando a gran parte de la población mundial. Algunos de los trastornos del sueño más comunes incluyen:
-Apnea del sueño: Interrupciones en la respiración durante el descanso, impidiendo un sueño profundo.
-Insomnio: Dificultad para quedarse dormido o mantener el sueño.
-Narcolepsia: Episodios de somnolencia extrema durante el día.
-Síndrome de las piernas inquietas: Necesidad incontrolable de mover las piernas al intentar dormir, acompañada de sensaciones molestas.
Si el descanso no es óptimo, el cuerpo puede experimentar alteraciones en los sistemas nervioso, endocrino e inmunológico, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades crónicas. Algunas consecuencias asociadas a la falta de sueño son:
-Cambios en el estado de ánimo.
-Aumento de los niveles de azúcar en sangre (riesgo de diabetes).
-Elevación de la presión arterial e inflamación, factores que pueden desencadenar enfermedades cardíacas.
-Incremento de peso y obesidad.
-Deterioro del sistema inmunológico.
-Ansiedad y depresión.
La organización World Sleep Society enfatiza la importancia de dormir bien para una buena salud y propone las siguientes recomendaciones:
✔️ Mantener horarios regulares de sueño.
✔️ Asegurar que el descanso sea profundo e ininterrumpido.
✔️ Dormir en un ambiente cómodo, con una temperatura adecuada.
✔️ Evitar siestas prolongadas durante el día.
✔️ No consumir alimentos pesados ni realizar actividad física intensa antes de dormir.
✔️ Reducir el consumo de café, té, chocolate y alcohol al menos seis horas antes de acostarse.
✔️ Minimizar el uso de pantallas antes de dormir y optar por actividades relajantes como la lectura o la música suave.
El Instituto Europeo del Sueño señala que la exposición a la televisión y dispositivos móviles antes de dormir estimula el cerebro, dificultando el descanso. En su lugar, recomienda hábitos que fomenten la relajación y mejoren la calidad del sueño.
Tomar conciencia sobre la importancia del descanso es fundamental para prevenir problemas de salud a largo plazo y garantizar una mejor calidad de vida.