Desde el año 2000, cada 18 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Menopausia, una fecha establecida por la Sociedad Internacional de la Menopausia (SIM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta jornada busca visibilizar que, en los próximos años, más de mil millones de mujeres en el mundo tendrán 50 años o más, lo que demanda una atención médica más especializada y un fortalecimiento en los servicios de ginecología.
El propósito de esta conmemoración es brindar información y orientación a la población, en especial a las mujeres, sobre esta etapa natural de la vida. Se promueve el conocimiento de los cambios físicos y emocionales que la acompañan, los síntomas que anuncian su llegada y las enfermedades que pueden presentarse como consecuencia de la variación hormonal.
La reducción de los niveles de estrógeno, una hormona que protege el sistema cardiovascular, puede incrementar el riesgo de padecer enfermedades del corazón durante la menopausia. Por ello, se recomienda mantener hábitos de vida saludables y acudir a revisiones médicas periódicas para prevenir complicaciones.
La menopausia se define como la interrupción definitiva de la actividad ovárica, es decir, el cese en la producción de óvulos. Generalmente ocurre entre los 45 y 50 años y se confirma cuando la mujer ha pasado un año completo sin menstruar, sin que existan otras causas médicas. Es importante diferenciarla del climaterio, ya que este comprende todo el proceso de transición hacia el fin de la vida fértil.
Algunos datos curiosos indican que durante los primeros años de esta etapa, aún es posible quedar embarazada, pues la fertilidad disminuye gradualmente. Los cambios hormonales pueden afectar la memoria, el sueño y el estado de ánimo, además de provocar síntomas como sofocos, sudoraciones nocturnas o aumento de peso abdominal.
Adoptar una alimentación balanceada, realizar actividad física y buscar apoyo psicológico son medidas que ayudan a sobrellevar mejor este proceso natural.