La Asamblea General de la ONU declaró el 5 de noviembre como el Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis en 2015, con el propósito de destacar la importancia de la preparación y de contar con sistemas de alerta temprana que ayuden a proteger vidas y reducir daños.
Lema 2025: “Prepararse para los tsunamis invirtiendo en seguridad”
Este mensaje invita a fortalecer la seguridad en zonas costeras y a promover comunidades mejor preparadas ante esta amenaza. A través del programa mundial “Tsunami Ready” de la UNESCO se busca la participación de gobiernos, especialistas y ciudadanos para reducir riesgos y salvar vidas. Los tsunamis son fenómenos peligrosos, pero la preparación adecuada puede evitar tragedias mayores.
¿Qué es un tsunami?
Se trata de una serie de olas de gran tamaño originadas por una alteración bajo el agua, generalmente un terremoto submarino. También pueden ser provocados por deslizamientos de tierra, erupciones volcánicas o el impacto de meteoritos.
Estas olas suelen alcanzar la costa como muros de agua y pueden causar destrucción masiva. Tras la primera ola —que no suele ser la más fuerte— el mar se retrae notoriamente antes de que lleguen otras olas más peligrosas.
En el último siglo se han registrado 58 tsunamis que provocaron la muerte de más de 260,000 personas, siendo el más devastador el del Océano Índico en 2004. Esto impulsó acciones internacionales como el Marco de Acción de Hyogo (2005-2015) y la creación de sistemas de alerta en la región.
La fecha tiene su raíz en la historia japonesa “Inamura no hi”. En 1854, el aldeano Goryo Hamaguchi prendió fuego a su cosecha de arroz para alertar a su comunidad sobre un tsunami inminente y guiarlos hacia terrenos seguros. Después de la tragedia, lideró la construcción de un terraplén protector, que años más tarde salvó nuevamente a la aldea de un nuevo tsunami. Aún hoy, ese terraplén continúa resguardando la zona.