
En 2013, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata de Personas, con el propósito de aumentar la conciencia global —especialmente entre los gobiernos— sobre la expansión de este delito y su impacto devastador en todo el mundo.
Lema 2025: “La trata de personas es un crimen organizado: ¡Acabemos con la explotación!”
Cada año, la ONU establece un lema que orienta el enfoque de la campaña global. Para 2025, se enfatiza la necesidad urgente de reconocer la trata como una actividad delictiva organizada, que requiere una respuesta firme por parte de los sistemas judiciales, las fuerzas de seguridad y una aplicación rigurosa de la ley. Todo ello con un enfoque centrado en las víctimas.
¿Qué es la trata de personas?
Se trata de uno de los delitos más graves en contra de los derechos humanos. Se le considera una forma moderna de esclavitud, ya que implica la privación de libertad y la explotación de individuos por parte de redes delictivas.
Las personas víctimas de este crimen son obligadas a realizar actividades en contra de su voluntad, como la explotación sexual o laboral, trabajos forzados, servidumbre doméstica, extracción de órganos y hasta mendicidad forzada, entre otras formas.
Las estadísticas estiman que alrededor del 30 % de las víctimas son menores de edad, quienes son frecuentemente explotados en trabajos forzosos. Por su parte, las mujeres y niñas representan el 70 % restante, siendo la mayoría utilizadas para fines de explotación sexual desde edades tempranas.
Además, hay víctimas involucradas en redes clandestinas de tráfico de órganos o forzadas a participar en otras actividades criminales como el narcotráfico.
Actualmente, más de 12 millones de personas en el mundo sufren las consecuencias de la trata. Existen unas 500 rutas identificadas de tráfico humano, de las cuales 32 se ubican en Iberoamérica.
Internet y las redes sociales se han convertido en un terreno fértil para que los tratantes operen bajo anonimato, tendiendo lazos con potenciales víctimas a través de engaños, promesas falsas o suplantaciones de identidad.
De acuerdo con datos de la ONU, los grupos en situación de mayor riesgo son los desplazados y migrantes, especialmente aquellos que huyen de conflictos armados, persecuciones o crisis políticas y económicas.
En regiones con grandes flujos migratorios, las organizaciones internacionales intensifican sus campañas de concientización y prevención, realizando eventos especiales cada 30 de julio para visibilizar esta lucha.
Principales factores de riesgo
Económicos: La pobreza extrema y la falta de empleo impulsan a muchas personas a confiar en propuestas que prometen mejores condiciones de vida, pero que terminan siendo trampas.
Sociales: Crecer en entornos violentos o de abuso debilita la autoestima y hace que las personas acepten tratos abusivos como algo “normal”, facilitando la captación por parte de las redes de trata.
Culturales y educativos: La falta de información y educación sobre el tema aumenta la vulnerabilidad. Por eso, es esencial difundir contenido preventivo en medios digitales, ayudando a detectar señales de alerta antes de que sea demasiado tarde.
-Campaña “Corazón Azul”
Lanzada en 2008 en Viena, esta iniciativa de la ONU busca sensibilizar al público global sobre la trata de personas y sus consecuencias sociales.
El símbolo del corazón azul representa tanto el dolor de quienes han sido víctimas como la indiferencia de quienes trafican con seres humanos. Esta campaña invita a la ciudadanía a expresar su apoyo y solidaridad utilizando este símbolo, fomentando la denuncia y la reflexión.
Entre sus objetivos destacan:
-Promover el debate público sobre el rol de la sociedad en esta problemática.
-Visibilizar los esfuerzos de los países que forman parte del Protocolo de Palermo, tratado internacional contra la trata.
-Impulsar campañas locales de sensibilización y prevención con participación comunitaria.