
El 31 de marzo se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer de Colon, una fecha dedicada a concienciar a la población sobre las necesidades de quienes reciben este diagnóstico.
Además, se promueve la detección precoz como una estrategia clave para salvar vidas y se enfatiza la importancia de adoptar hábitos saludables que contribuyan a la prevención de esta enfermedad.
El cáncer de colon es una enfermedad caracterizada por un crecimiento anormal de células en el colon y el recto. Por lo general, se origina a partir de pólipos que, con el tiempo, pueden evolucionar en células malignas. Sin embargo, no en todos los casos ocurre esta transformación.
Este tipo de cáncer es bastante frecuente a nivel mundial, pero si se detecta a tiempo, el tratamiento puede ser altamente efectivo, ofreciendo una gran oportunidad de recuperación para los pacientes.
Existen varios factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer de colon. Entre ellos, destacan los antecedentes familiares, la edad y ciertas afecciones previas como la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y otras patologías inflamatorias del sistema digestivo.
Asimismo, el estilo de vida juega un papel fundamental. Una alimentación deficiente en fibra y nutrientes, junto con el consumo de sustancias nocivas como el tabaco, el alcohol y otras drogas, incrementa el riesgo de padecer esta enfermedad.
Por ello, es esencial mantener una dieta equilibrada y saludable para reducir las probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer y mejorar la calidad de vida.
Las pruebas de cribado permiten identificar la presencia de sangre oculta en las heces, lo que puede ser una señal de cáncer de colon en sus primeras etapas. Un diagnóstico precoz aumenta las posibilidades de éxito en el tratamiento y reduce la mortalidad.
A pesar de su importancia, muchas personas no acceden a estos estudios debido a que, en sus fases iniciales, el cáncer de colon suele ser asintomático. Además, el alto costo de estos exámenes limita su disponibilidad para ciertos sectores de la población.
Adoptar hábitos saludables es clave para prevenir el cáncer de colon y otras enfermedades.
Una alimentación balanceada, rica en frutas, verduras y cereales integrales, en lugar de productos ultraprocesados y grasas saturadas, favorece el buen funcionamiento del organismo.
Asimismo, el consumo adecuado de agua y líquidos contribuye a eliminar toxinas, promoviendo una mejor salud intestinal. Pequeñas modificaciones en la rutina pueden marcar la diferencia y ayudar a reducir el riesgo de padecer esta enfermedad.