
El 16 de junio se conmemora el Día Internacional del Niño Africano, una fecha destinada a generar conciencia sobre las múltiples necesidades y serias problemáticas que enfrentan numerosos menores en el continente africano.
Entre los desafíos más graves se encuentran el VIH, los conflictos armados, la inestabilidad política, el hambre, y la escasa cobertura en servicios de salud y educación, situaciones que afectan silenciosamente a millones de niños.
En este 2025, la jornada invita a revisar el progreso logrado desde 2010 hasta la actualidad. Aquel año, la conmemoración puso énfasis en la importancia de una adecuada planificación y asignación de recursos para garantizar los derechos de la infancia. Aunque varios gobiernos africanos han destinado mayores fondos para este sector, persisten obstáculos significativos como la pobreza, la malnutrición, la falta de acceso a servicios básicos, la violencia y prácticas perjudiciales como el matrimonio forzado y la mutilación genital femenina.
El lema de este año, «Planificación y presupuestación para los derechos del niño: avances desde 2010», busca evaluar los logros alcanzados y los retos que aún están pendientes. A pesar de que existen compromisos firmes, como la ratificación de la Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño, en muchos casos los fondos no se administran de manera eficaz o se desvían hacia otras prioridades como la seguridad nacional.
La magnitud del desafío es inmensa: África posee la mayor población infantil del mundo, y se estima que para el año 2055 el 40 % de todos los niños del planeta residirán en este continente. Por ello, invertir en la niñez no solo representa una obligación ética, sino también una estrategia fundamental para combatir la pobreza, impulsar el desarrollo económico y consolidar la estabilidad y prosperidad del continente.
Esta efeméride recuerda los trágicos sucesos del 16 de junio de 1976, cuando miles de estudiantes negros salieron a las calles de Soweto para protestar contra la precaria educación que recibían bajo el régimen del apartheid. La brutal represión dejó ese día cientos de jóvenes muertos a manos de la policía, y en las semanas siguientes más de cien personas perdieron la vida y más de mil resultaron heridas.
Desde 1991, el Día Internacional del Niño Africano rinde homenaje a quienes participaron en esa valiente manifestación.
Además de promover la reflexión, esta jornada busca fomentar el compromiso de los países más desarrollados para que aumenten la ayuda económica destinada a garantizar una vida digna a la infancia africana, con acceso a educación, salud de calidad y protección frente a conflictos y violencia.